lunes, 19 de julio de 2010

CALLEJEANDO...


En el siglo XVIII aún se llamaba la Calle del Conde de Cabra y en una de sus casas vivía un matrimonio con su hermosa hija, una muchacha tan angelical que todos en el vecindario la adoraban.

Un día, cuando su madre la despertó con la habitual taza de leche caliente, encontró a la niña totalmente inerte. Horrorizada gritó : "Dios, está muerta... !!!! ".

Por la noche celebraron el velatorio con el vecindario y en un clima de gran tragedia. Pero al día siguiente cuando iban a cerrar el ataúd, y la madre acercó sus labios para dar a su hija un último y desesperado beso, los ojos de la "muerta" se abrieron lentamente...

En realidad se había desvanecido profundamente ( quizás debido al calor ), pero los albaicineros lo tuvieron por un milagro. Para dar las gracias a Dios, mandaron al Conde de Cabra a pastar a otro sitio y renombraron la calle como Calle del "Beso"....

PD.- Extracto del libro de Lorenzo Bohme, "Granada tierra soñada por mí"  ( un libro para el viajero curioso)