martes, 29 de mayo de 2012

LOS AMANTES...

¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos ?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.


Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.


Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.


Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.


Julio Cortázar.

miércoles, 16 de mayo de 2012

ARMONÍA...

"Todo lo que es observable por los sentidos está sometido al cambio y en consecuencia al movimiento, existen ciclos conectados de cambios...no se puede ordenar a los vientos y a los mares que cesen, pero se puede aprender a navegar en corrientes azarosas si nos conducimos en armonía con los procesos imperantes de la transformación, y así hacer frente a las tormentas de la vida..."

John Blofeld. I Ching.

miércoles, 2 de mayo de 2012

POÉTICA...


...de la mosca cojonera... 

No tenemos dinero para aliviar las condiciones de vida en África, pero sí que lo tenemos para poner en órbita redes de satélites que permiten detectar los trágicos cayucos antes de que cruzen nuestras fronteras.


No tenemos voluntad ni recursos para frenar las emisiones de gases causantes del calentamiento climático; pero sí que los tenemos para instalar aire acondicionado en cada vivienda y cada automóvil, realimentando el calentamiento con el consumo adicional de energía.

No tenemos suficiente fe en nosotros mismos para amar la vida - amarla de verdad, hasta el fondo -; pero derrochamos la tecnolátrica adorando lo productos de nuestro ingenio.

No tenemos dos dedos de frente para hacer de la necesidad virtud ( esto es, aceptar los límites y constricciones dentro de los cuales se desenvuelve nuestro vivir concreto, y dentro de ellos abrir espacio - o mantenerlo abierto- para la vida buena ); pero nos sobra talento para convertir en necesidades los "gadgets" más triviales e inverosímiles.

No tenemos afán para ir a las raíces de nada, pero nos sobra para decorar las consecuencias.

JORGE RIECHMANN  ( Conversaciones entre alquimistas )