Un maestro Zen le pidió a su discípulo que limpiara el jardín del monasterio. El discípulo limpió el jardín y lo dejó en un estado impecable.
El maestro no quedó satisfecho. Le mandó hacer de nuevo la limpieza una segunda vez, y luego una tercera.
Desanimado, el pobre discípulo se quejó :
.- Pero, maestro, no hay nada más que poner en orden, no hay nada más que limpiar en este jardín...
¡¡ Todo está hecho..!!!.
.- Falta una cosa - respondió el maestro.
Sacudió un árbol y algunas hojas se desprendieron, tapizando el suelo.
.- Ahora el jardín está perfecto...
PD.- Fragmento del libro "El dedo y la Luna" de Alejandro Jodorowsky.
6 comentarios:
Porque la vida sacude y vibra... :)
Vibra.. y sacude.. ;-)))
Un beso...desordenado...
La perfección consiste en aceptar la imperfección y con ella a nosotros mismos.
Un besillo Pekas, recordando a Jodorowsky y las piedras del camino.
Un beso enorme... Oréadas... me alegra leerte... hace tiempo que no visito tu bosque .. tu jardin zen... :-)))
Un abrazo lleno de piedritas en el camino...
Un perfecto orden caótico, el azar y la naturaleza como un infinito de posibilidades, alfombra de hojas entonces para nuestros pies. Un abrazote pekoso
Un abrazo... y a seguir disfrutando... :-)))
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